Trisoplast se emplea cada vez con más frecuencia dentro de la arquitectura paisajística. ¿El motivo? Muy sencillo: A diferencia de muchos otros materiales de impermeabilización y sellado, nuestra solución puede instalarse en todas las formas y está compuesta por materias primas naturales. Esto no limita la creatividad del arquitecto paisajista y otorga al proyecto una apariencia natural.

Deseo creativo

Los arquitectos paisajistas crean un paisaje (por ejemplo un campo de golf o un parque) con una visión específica. Es un proceso creativo y lo último que desean es ver limitada su creatividad. Lamentablemente, ese puede ser el caso al construir estanques, elementos acuáticos y lagunas utilizando distintos materiales de sellado e impermeabilización. Muchos materiales de sellado son prefabricados y están compuestos total o parciamente por plásticos. Suelen suministrarse en rollos, pero al extenderlos es habitual que se creen arrugas y marcas indeseadas. Además de que el arquitecto debe adaptarse a la forma, estas soluciones se dañan con relativa rapidez, por ejemplo, por la capa de piedras. No son pues la solución ideal y, debido al mantenimiento que necesitan, tampoco son duraderos.

La solución para el arquitecto paisajista

Por supuesto, Trisoplast es duradero. Pero es mucho más. La sólida mezcla está formada en más del 99 por ciento por materiales naturales, tiene una flexibilidad que recuerda la goma de mascar, una capacidad de sellado comparable a la arcilla de la mejor calidad y, además, una vida útil muy larga. El material también es resistente a los cambios del clima. Humedad, sequía, frío, calor: Trisoplast funciona con todos ellos. Además, puede dársele la forma deseada y el entorno conserva su apariencia natural, que es exactamente lo que quiere el arquitecto.